El refugio Bahía Junquillal esta localizado a unos 46 Km al norte de la ciudad de Liberia. Para llegar a el se debe tomar la carretera Interamericana y llegar hasta el puesto de la Guardia Civil. Desde este lugar se deberán seguir unos 10 Km hasta la comunidad de Cuajiniquil, pudiendo observar durante el camino unos hermosos paisajes, y al llegar a este poblado encontrará una vía de lastre de 4 Km que lo llevará hasta la hermosa playa Junquillal.

refugiobahiajunquillal.jpg

Este refugio forma parte del cantón de La Cruz y del Área de Conservación Guanacaste (ACG). Cuenta con una extensión de 505 hectáreas cubiertas de parches boscosos, manglares, planicies y una hermosa playa de 2 Km de largo. Uno de los atractivos de la zona es la observación de aves marinas y también la observación de las ballenas sobre fin de año.

En este refugio se pueden observar algunos mamíferos como los pizotes, los monos congo, colorado y carablanca, los mapaches, los venados, entre otros. Además de los garrobos, dos especies de cangrejos y unas cuantas especies de lagartijas. Y entre las aves que podemos observar, están las urracas, los pericos, las loras de copete amarillo y una variedad de gavilanes, aparte de la garza rosada que se ve solamente durante la época lluviosa. Si recorremos la costa veremos también aves marinas como los pelícanos y tijeretas de mar, además de las tortugas baula, carey, verde y lora, que desovan en sus playas.

También podremos apreciar la exuberante vegetación de la zona, en la playa encontraremos piñuelas, frijol de playa, manzanillo de playa y árboles de mostrenco. En los bosques se encuentran una variedad de árboles como el guanacaste, el brazil, el madero negro y el cenízaro. Y en el manglar veremos una variedad de especies de mangle, como los mangles rojo, salado y negro. En Junquillal hay sitios donde acampar además de hoteles. Entre los servicios que ofrece el lugar hay agua potable, mesas, parrillas, servicios sanitarios, y zonas para almorzar, además de senderos que nos permitirán observar toda la belleza del refugio.

Esta entrada fue publicada en Sin categoría. Guarda el permalink.