El corazón colonial de Manila, destruido en la Segunda Guerra Mundial y dejado a su suerte durante décadas, despierta ahora el interés de las autoridades filipinas, que quieren arreglarlo para potenciar su interés cultural y que sea además un atractivo barrio de ocio y diversión. Tras soportar terremotos, tifones, incendios y el bombardeo de 1945, el barrio español de Intramuros ofrece hoy un aspecto decadente, invadido por cientos de chabolistas y con algunos de sus edificios emblemáticos destruidos.
“Queremos revitalizar la zona, no sólo mejorarla como centro de interés cultural, sino también convertirla en un lugar de encuentro y de ocio nocturno junto al río, con bares y restaurantes donde comer tapas. Hemos visto algo parecido en Singapur y en Sídney y queremos imitarlo”, explica a Efe José Capistrano, administrador de Intramuros.
Esta zona de ocio, que se terminará en los próximos meses en la antigua Maestranza, a la orilla del río Pasig y frente al popular barrio chino de Binondo, es el mascarón de proa de un proyecto que aspira a recuperar algunos de los edificios emblemáticos y hacer de la ciudad amurallada un lugar atractivo para los filipinos y también los turistas.
Otro de los grandes objetivos del plan es la construcción de un museo en la deteriorada iglesia jesuita de San Ignacio donde exhibir las 7.000 piezas de arte eclesiástico rescatadas de los templos arrasados durante la guerra y valoradas en 1.800 millones de pesos (29,5 millones de euros o 42,5 millones de dólares).
“Nuestra intención es crear una réplica en miniatura de los edificios antiguos, vimos algo parecido en Amsterdam. De esta forma podemos tener los edificios que ya no se pueden recrear. Queremos que sea un parque temático, atractivo para mayores y niños. También estamos pensando en incluir una réplica de un galeón español”, dice el administrador de Intramuros.
Gran parte de los edificios históricos fueron totalmente o parcialmente destruidos durante la cruenta batalla de Manila en 1945, cuando los enfrentamientos entre las fuerzas japonesas y estadounidenses causaron al menos 100.000 muertos.
Via | La Información
Foto | El País