Bastante agitada estuvo la madrugada de ayer entre los volcanes Irazú y Turrialba, ya que se produjo un fenómeno que es conocido como un enjambre sísmico. Fueron nada menos que diez temblores los que se produjeron en esta zona, según el reporte del Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (Ovsicori). En un comunicado de prensa han confirmado que el temblor más fuerte fue de una magnitud de 3,2 grados en la escala de Richter y ocurrió a las 05:51 horas.
El fenómeno se produjo a unos 7 km al sureste del cráter del volcán Irazú y las magnitudes de los sismos que varían entre 1,7 y 3,2 grados son ocasionadas por una falla local que se la conoce como la falla del Irazú y que está situada en la zona comprendida entre ambos volcanes.
Las magnitudes que oscilan entre los 1,7 grados a los 3,2 grados, se originan por una falla local, conocida como falla del Irazú, que se encuentra ubicada en la zona comprendida entre los volcanes Irazú y Turrialba. Este enjambre se crea debido a que el terreno allí existente es muy fracturado, según han dicho los expertos.
Desde el domingo 18 hasta este suceso ocurrido ayer, fueron registrados 31 sismos aunque de baja intensidad. El último enjambre había ocurrido del 30 de junio a principios de este mes. Según Ronnie Quintero, coordinador del área sismológica del Ovsicori, en este año han ocurrido cuatro enjambres que fueron perceptibles por los habitantes que viven en las cercanías del volcán Irazú.