El aeropuerto Internacional Juan Santamaría de Costa Rica incrementará sus medidas de seguridad para evitar el posible intercambio de drogas, armas o explosivos. En el corto plazo aquellos pasajeros que ingresan al país, apenas se bajan del avión, no deberán mezclarse con las demás personas que estén esperando en las salas de abordaje listos para despegar.
Esta medida tomada por la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) dispone que ambas poblaciones de viajeros tengan que estar separadas, para cumplir las nuevas disposiciones de seguridad aeroportuaria. Con esto se pretende evitar que los viajeros que recién hayan pasado por los arcos de seguridad y que se consideran “población estéril”, puedan recibir materiales peligrosos de los pasajeros que bajan de los aviones.
El viceministro de Transporte Aéreo, Luis Carlos Araya, confirmó que el país acatará la disposición de la OACI, aunque no sea una medida obligatoria. “Los pasillos estériles (para separar a quienes entran o salen de la terminal) empezaron a recomendarse desde los atentados del 11 de setiembre del 2001 (en EE. UU.), pero el aeropuerto Santamaría no los incorporó en el diseño original”, explicó Araya.
Esta obra tendrá un costo de entre $2,4 millones y $2,5 millones y los diseños definitivos deberán estar listos el 15 de setiembre, cuando vence el plazo para que el país entregue la propuesta en la OACI. Y la estimación es que las obras comiencen antes de que finalice el año. Aunque todavía Aeris y la Aviación Civil deberán coordinar el plazo de construcción y un plan de contingencia para no afectar a los pasajeros ni al turismo en general.
Via | Nación
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