Pese a que mañana entran a regir las nuevas multas de tránsito, los oficiales de carreteras rehúsan aplicarlas por temor a sufrir represalias de los conductores y ante dudas surgidas sobre la ejecución de las sanciones. Esa es la medida más drástica adoptada ayer por la Unión Nacional de Técnicos y Profesionales en Tránsito (Unateprot) luego de celebrar su asamblea general. Dicha organización aglutina a unos 810 oficiales, quienes representan el 97% del total de tráficos (852 efectivos) del país.
Joselito Ureña, secretario general del sindicato, aseguró que las únicas boletas que sí confeccionarán son las relacionadas con consumo de licor y velocidad temeraria, multas vigentes desde diciembre del 2008. En cambio, según Ureña, no se tramitarán partes por las restantes infracciones como no portar herramientas, saltarse una señal de “alto”, manejar sin licencia o adelantar por la derecha. “No se hará una sola multa, a no ser en extrema necesidad”, aseveró el dirigente.
Sostuvo que los oficiales realizarán acciones de rutina como atención de colisiones y ordenamiento del flujo vehicular. Agregó que los acuerdos del sindicato serían reportados a todas las delegaciones entre ayer y hoy. Los oficiales de Tránsito temen que, al aumentar el monto de todas las multas, queden expuestos a situaciones de peligro. A partir de este lunes, por ejemplo, la sanción máxima (por manejar con exceso de alcohol) subirá de ¢20.000 a ¢293.400.
“Si anteriormente los tráficos eran denunciados por hasta hacer una mueca o una mala cara a un conductor, ahora, con multas de hasta ¢300.000, ¿qué va a pasar?, Puede que lo maten, lo agredan, que lo denuncien por abuso de autoridad o por ‘chorizo’”, aseveró Joselito Ureña. Por otra parte, los oficiales exigen una herramienta clara, concisa y de aplicación entendible. Esta última demanda surge en momentos en que los diputados impulsan una reforma a la nueva Ley de Tránsito para rebajar el monto de las multas.
Mientras, el Gobierno suspendió la aplicación del varias multas relacionadas con la portación de dispositivos de seguridad, así como del nuevo sistema de puntos que se cargará a las licencias. Ayer, al final de la tarde, German Marín, director de la Policía de Tránsito, admitió saber sobre la celebración de la asamblea de Unateprot, pero dijo desconocer los acuerdos tomados. Pese a ello, Marín se manifestó en contra de la medida anunciada.
“Si un funcionario, llámese policía de Tránsito, está frente a una anomalía y no cumple con su función (sancionar), está expuesto a una denuncia por incumplimiento de deberes, y eso es considerado falta grave”, argumentó Marín. Marco Vargas, ministro de Obras Públicas y Transportes, tampoco estaba enterado sobre el tema, pero aseguró que hoy sostendrá conversaciones con Marín y con la viceministra Rosaura Montero para definir medidas.
Por su parte, Unateprot comunicó que mañana enviarán “una nota oficial” a Casa Presidencial para solicitar una audiencia. Ureña anunció la estrategia que usarán para obtener la cita: “Al Consejo de Seguridad Vial (Cosevi) no llegará una sola boleta de infracción; ellos van a notar eso cuando vean que en las computadoras no se reportan multas”.
Via | Nación
Foto | CentralCostaRica