La pared este del cráter del volcán Irazú colapsó el pasado sábado, luego de que las fuertes lluvias saturaran el terreno. Federico Chavarría, un colaborador del Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica, tomó una fotografía que muestra el desprendimiento de material y lo envió a expertos de la Universidad Nacional.
Según los funcionarios del Ovsicori comprobaron que solamente se trató de un deslizamiento normal en las paredes del coloso. Juan Segura, director del Observatorio, explicó que, “en ese cráter ha venido ocurriendo que, cuando hay precipitaciones fuertes, se genera la saturación de aguas en la pared y, como la pendiente es tan abrupta, ocurre el deslizamiento”.
Segura manifestó que está descartada cualquier alerta en el volcán, ya que ese tipo de desprendimiento es normal en la zona. El director recordó que una situación similar ocurrió hace dos años en la pared sur; esa vez, el color celeste de la laguna cambió a color café. En esa ocasión, no se pudo apreciar el desprendimiento porque la pared está oculta. Los expertos debieron descender al cráter y verificar que se trataba de una actividad normal.
En los últimos días, no se ha observado un cambio en la actividad sísmica del Irazú, indicó Juan Segura. “Si el deslizamiento hubiese sido por un comportamiento de la actividad sísmica del volcán, veríamos un cambio abrupto en los registros y no lo estamos percibiendo”. El cráter activo se ubica hacia el noreste, con unos 1.000 metros de diámetro y una profundidad de 180 metros.