Canatur, la Cámara Nacional de Turismo, ha explicado los efectos negativos del tipo de cambio en el sector turístico y, en su análisis, determinó que el tipo de cambio actual genera efectos negativos en el sector, en cuatro aspectos principales: los cambios drásticos en la reglas del régimen cambiario, pérdida de competitividad del sector turístico, dificultad de planificación debido a la alta volatilidad y el gravamen a las ganancias cambiarias.
Para Juan Carlos Ramos, presidente de Canatur, desde la década de los ochenta, Costa Rica apostó por las minidevaluaciones como régimen de tipo de cambio, lo que provocó que empresas turísticas se amoldaran a dicha estructura para mantener relaciones comerciales con agentes internacionales.
Además, ha señalado que debido al establecimiento del Sistema de Bandas Cambiarias, las empresas dejaron de percibir un margen de ganancia que obtenían con el régimen anterior, catalogándose como un castigo cambiario.
Otro factor que preocupa a la Cámara, es la pérdida de competitividad que afronta la industria turística costarricense con la caída del tipo de cambio real, ya que esto significa que los bienes extranjeros pasan a ser relativamente más baratos en comparación a lo que se produce en el país, convirtiendo a Costa Rica en un destino más caro para el turista.
Ramos argumentó que ‘en el contexto actual, el perfil del turista se orienta a un modelo más conservador, gastando un 11% menos en relación con el período anterior a la crisis, por lo que la apreciación de la moneda nacional convierte al país en un destino más caro para el turista, el cual podría inclinarse por opciones turísticas más accesibles a su presupuesto, lo que encarecería la oferta turística de Costa Rica’.
Canatur señala que un efecto negativo para el sector turístico que ha traído como consecuencia el comportamiento actual del tipo de cambio, es la reciente determinación de la Dirección General de Tributación Directa, en cuanto al gravamen de las ganancias cambiarias en las deudas en dólares, ya que obliga a las empresas a pagar un impuesto por ganancias que solo se reflejan en el papel.
Para Ramos, de continuar con la tendencia en el comportamiento en el tipo de cambio, las empresas podrían enfrentar consecuencias como reducción de personal, incremento de tarifas para compensar costos operacionales, afectación a los empleos indirectos e inclusive el cierre de empresas turísticas que no pueden hacer frente a la problemática.
Para Juan Carlos Ramos, se debe brindar una mayor estabilidad del tipo de cambio que facilite a los empresarios una previsión más certera para la toma de decisiones.
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